
La Junta de Andalucía ha aprobado recientemente la “Guía de evaluación de riesgos para la salud humana en suelos potencialmente contaminados”, un documento que marca las directrices para la ejecución de los estudios del suelo. La publicación de guías, una práctica no implementada en todas las Comunidades, adquiere cada día más relevancia porque, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las sustancias químicas que no se administran de forma adecuada pueden influir negativamente en la salud del ser humano y en el medio ambiente.
El organismo andaluz ha confeccionado un documento con estimaciones de datos, metodologías de análisis y caracterizaciones de riesgos para garantizar unos mínimos de calidad y un control del medio ambiente. El texto se divide en doce puntos, que siguen la estructura habitual de los procesos de evaluación: recopilación y evaluación de datos, análisis de la exposición, análisis toxicológico, caracterización del riesgo, análisis de incertidumbres y cálculo de los índices de riesgos entre otros.
La guía, principalmente, contempla la valoración de cualquier foco de contaminación existente, de los mecanismos de transporte de contaminantes, de las vías de exposición y de los posibles receptores.
El País Vasco, referente en la evaluación de suelos contaminados
El País Vasco es un claro referente en legislación y control de suelos potencialmente contaminados, ya que dispone de textos oficiales reguladores desde 1997. Todas las normas específicas que se han aprobado son producto de las primeras y urgentes intervenciones realizadas en suelos contaminados que dieron lugar al Plan Director para la Protección del Suelo (1994). Desde entonces, las publicaciones referidas al tema han sido un goteo constante: la “Guía metodológica: Análisis de riesgos, migración y seguimiento de contaminantes en el suelo y en las aguas subterráneas”; la “Guía metodológica: Análisis de riesgos para la salud humana y los ecosistemas”; la “Guía técnica: Seguridad para la investigación y recuperación de suelos contaminados”; y la “Guía técnica de la Identificación de Medidas Preventivas contra la contaminación del suelo”.
Otros territorios con guías sobre suelos contaminados
Otras comunidades también han ido implementando estrategias para la protección del suelo. Es el caso de Galicia y su “Guía metodológica y técnica para la investigación de la calidad del suelo de Galicia” (2006); y de Murcia, con la “Guía metodológica para actividades potencialmente contaminadoras del suelo de la región de Murcia” (2011). Ambas aparecieron ante la necesidad de adoptar medidas con las que evitar, limitar y reducir el impacto de las actividades humanas sobre el suelo, y establecen como premisa fundamental la elaboración de un informe base de situación. En Murcia, además, se contempla la valoración de los riesgos, los procedimientos administrativos y los proyectos de descontaminación.
También se centra en un informe base la “Guía de investigación de la calidad del suelo” de Madrid, que a su vez ahonda en técnicas de exploración y métodos analíticos. La comunidad cuenta además con las “Instrucciones Técnicas para el Análisis de Riesgos en el ámbito del Real Decreto 9/2005 de 14 de enero en la Comunidad de Madrid”. Aragón va más allá en su normativa, de 2004, ya que sus textos marcan buenas prácticas, se contemplan posibles cambios de uso de suelos e incluso se presentan casos prácticos históricos de suelos contaminados.
Finalmente, la guía de Cataluña, “Requisitos mínimos de los informes de investigación preliminar de la calidad de subsuelo”, se estructura en tres bloques: contenido mínimo del informe, contenido mínimo de la investigación y supervisión de las actuaciones. Asimismo, establece como imprescindible que el responsable técnico del trabajo de campo y de realizar los informes disponga de los conocimientos suficientes y de experiencia contrastada.