Un estudio tras el incendio de Doñana de este verano revela los efectos de las llamas en el suelo

Los fuegos impermeabilizan el suelo y provocan el desplazamiento de las cenizas, que pueden transportar sustancias nocivas, expandiendo la contaminación a acuíferos y otras zonas

Los incendios alteran sustancialmente las características de la capa superficial del suelo, que generalmente es la más fértil, y convierten la tierra afectada en impermeable. Así lo demuestra una investigación llevada a cabo después del incendio de Doñana por científicos de MED Soil Research Group (Universidad de Sevilla) y de Materia Orgánica en Suelos y Sedimentos (MOSS) del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), tal y como ha publicado el diario El País.

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Cuesta Maneli, zona cercana a Doñana, calcinada tras el incendio. Fuente: EUROPA PRESS

Según este estudio, las llamas convierten el suelo permeable en hidrófobo al alterar la composición molecular de la materia orgánica y la proporción de ácidos grasos de cadena larga. La modificación explica la formación del llamado “chapapote de monte”, el lodo de cenizas y sedimentos finos que aparece en las zonas siniestradas. Posteriormente, con el agua de la lluvia los restos dejados por el fuego son arrastrados a los acuíferos, ríos y costa, que a su vez también quedan afectados con sustancias nocivas, expandiendo la contaminación medioambiental. En lugares donde no hay precipitaciones, el material tóxico se mezcla con el suelo, ya de por sí alterado por el fuego.

Este estudio permite abordar con más eficacia las labores de restauración, que no sólo deben ir enfocadas en recomponer la cubierta vegetal, sino también en remediación de suelos. El científico titular del IRNAS, José Antonio González Pérez, destaca que “a pesar de estar tan cerca de nosotros y de ser un recurso fundamental para la vida, el suelo sobre el que vivimos es un gran desconocido. Aparte de ser la base para la producción de alimentos y fibras para nuestros vestidos, filtra el agua que bebemos, la almacena y además previene de inundaciones y sequías y combate el cambio climático global fijando gases de efecto invernadero”.