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Más de tres décadas celebrando el Día Mundial del Agua

Creamos conciencia sobre la importancia del agua dulce, su gestión y conservación

Desde 1993, cada 22 de marzo recordamos la relevancia del acceso al agua potable, de proteger los recursos hídricos y de promover acciones para afrontar los retos relacionados con su escasez y su contaminación.

El agua es, ante todo, un derecho humano. Sólo el 3% de la que hay en el planeta es dulce, siendo únicamente el 0,025% agua potable. Más de 3.000 millones de personas dependen de agua que atraviesa fronteras nacionales y no todos los países disponen de acuerdos de cooperación para los recursos hídricos que comparten. El agua puede crear paz, pero también desatar conflictos.

La salud pública, la alimentación, la productividad económica y la integridad ambiental dependen de que se gestione equitativamente. El Día Mundial del Agua, cuyo lema este año es “Agua para la paz”, debe servirnos para concienciarnos sobre la relevancia de preservarla, conservarla y administrarla eficazmente.

Soluciones eficientes y sostenibles

El calentamiento global, el aumento de la población y el exceso de consumo, junto con una gestión insostenible del agua potable, nos han llevado a una situación de crisis. Según Naciones Unidas, de seguir las tendencias actuales, más del 50% de la población mundial sufrirá las consecuencias de su escasez hacia el año 2050.

Pese a todo, hay una visión esperanzadora. Como también señala la ONU, se han abierto nuevas vías de cooperación internacional en materias de acceso al agua y saneamiento en todo el mundo. En este sentido, las políticas y legislaciones deben dirigirse a la prevención y a la creación de soluciones eficaces. Está en manos de las administraciones establecer normativas y controles, y de las empresas crear e implementar soluciones sostenibles que minimicen al máximo los daños ambientales.

Hemos de aprovechar la oportunidad que tenemos para proteger este recurso con gestiones responsables e implementando, cuando sea posible, sistemas de recuperación y descontaminación de aguas dulces con tecnologías respetuosas y sostenibles con el medio ambiente.