Los suelos afectados por radiactividad en España

El Centro de Seguridad Nuclear ha admitido que existen varios emplazamientos radiactivos. Hace diez años que se espera un inventario de suelos contaminados por este fenómeno.

El Centro de Seguridad Nuclear (CSN) dio a conocer a principios de octubre una lista con hasta seis emplazamientos con presencia de radiactividad en España, al margen de las instalaciones autorizadas. Según el CSN, no existe riesgo radiológico significativo en esas localizaciones y han ido actuando en cada una de ellas cuando ha sido necesario, “para garantizar la protección radiológica de la población y del Medio Ambiente”.

Este listado se publica después de la polémica entorno a los suelos radiactivos que se creó tras la noticia del diario El País sobre las zanjas del Jarama, donde la dictadura escondió lodos radiactivos de una fuga del Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). Se ha sabido que existen varias zanjas en los márgenes del canal de riego con restos de Cesio137 y Estroncio90, sin ningún tipo de señalización.

Estos emplazamientos y otros deberían estar recogidos en un “inventario de terrenos o recursos hidrológicos afectados por contaminación radiológica” que el Real Decreto 35/2008 sobre el reglamento de instalaciones nucleares y radiactivas obligaba a elaborar. Una década después, ese inventario no ha visto todavía la luz aunque, a raíz de la nueva polémica, el Ministerio para la Transición Ecológica se ha comprometido a realizarlo.

El CSN defiende que la aprobación de ese catálogo exige la modificación de la ley de energía nuclear para que en ella conste la definición de suelo contaminado en cuanto a niveles, así como las responsabilidades sobre esos terrenos y su posterior restauración. También remarcan la necesidad de hacer un rastreo de los “terrenos sospechosos” de haber sido contaminados en el pasado, ya que la mayoría de ellos responden a prácticas realizadas hace años.

En la lista del CSN figuran localizaciones como Palomares (Almería), Río Tinto (Huelva), Flix (Tarragona) y el citado Canal del Jarama (Madrid y Toledo) y diferentes elementos, entre ellos los ya citados Cesio137 y Estroncio90, Plutonio 239, Americio 241, Radio 226 y Uranio 238. También se habla de que existen en España antiguas explotaciones de material metálico en las que cabría “considerar la presencia de material radiactivo para la restauración y utilización posterior de los terrenos”.

Los suelos contaminados por radiactividad vuelven a estar en la agenda política y mediática del país, a la espera de un inventario que permita conocer la situación real y tomar las medidas necesarias.