El 20 de mayo entró en vigor la revisión del Sistema Internacional de Unidades, que evoluciona para adaptarse a los requisitos de medición mundiales.
Desde el 20 de mayo de 2019 un kilo ya no es un kilo tal y como lo conocíamos. Coincidiendo con el Día Mundial de la Metrología, ha entrado en vigor la revisión del Sistema Internacional de Unidades (SI), en la que el kilogramo, el amperio, el kelvin y el mol se redefinen en términos de valores numéricos fijos de constantes de la naturaleza y heredarán sus incertidumbres asociadas.
Imagen del Centro Español de Metrología
El SI es un sistema coherente de unidades, que permite cuantificar cualquier magnitud medible de interés en la investigación, la industria, el comercio o la sociedad, en infinidad de campos muy variados. Se definió y estableció formalmente en 1960 y desde entonces se ha revisado de forma parcial en algunas ocasiones, con el fin de dar respuesta a las necesidades de la ciencia y la tecnología. Esta vez, su revisión ha sido más profunda.
El resultado de esta revisión es una definición más coherente y fundamental de todo el SI, prescindiendo de realizaciones prácticas basadas en artefactos materiales, como era el caso hasta ahora del prototipo internacional del kilogramo, con posibilidad de pérdida y fuertes limitaciones de estabilidad a largo plazo, pasando a realizaciones prácticas más exactas, además de reproducibles en cualquier tiempo y lugar.
Imagen del Centro Español de Metrología
El uso de constantes de la naturaleza para definir las unidades de medida internacionales permitirá a la comunidad científica y a la industria obtener y diseminar con mayor exactitud sus mediciones, desde las más pequeñas hasta las más grandes, cumpliendo así con los requisitos de medición modernos.
Este cambio debe servir para fomentar el desarrollo de las nuevas tecnologías en espera.