La Técnica Medioambiental de LITOCLEAN estuvo presente en el acto de presentación de los documentos.
El 23 de enero se presentaron las nuevas guías sobre suelos contaminados de la Junta de Andalucía y al acto asistió Laura López, Técnica Medioambiental de LITOCLEAN, para apuntar todas las recomendaciones a seguir en los proyectos de investigación de suelos.
Las guías son tres: una que trata la clasificación de los suelos potencialmente contaminados en función del riesgo, otra relativa a la investigación de suelos y una tercera sobre evaluación de riesgos para la salud humana en las zonas contaminadas. Laura López nos explica lo más destacado de cada una de ellas.
- DRSC-01 Motor de valoración de riesgo potencial: en este documento se especifican los pasos a seguir para registrarse en el inventario de suelos potencialmente contaminados. “Han desarrollado una aplicación llamada INSUPO en la que se incluirían todos los datos de la instalación y que tendrá una puntuación final que supondrá que el emplazamiento esté en el grupo de nivel bajo, medio o alto”, apunta López.
- DRSC-02 Guía de caracterización: lo más relevante de esta guía hace referencia a la Fase Libre y a la necesidad de retirarla, como explica Laura López: “Se puede optar por dos vías, proceder a su retirada, aunque no se superen los NGR establecidos una vez detectada, o realizar un ACR para evaluar los niveles de riesgo y elaborar un proyecto de remediación voluntario en la cual el primer objetivo será eliminarla”. Este segundo documento también habla de las características constructivas que deben tener los piezómetros, pese a que “fue uno de los puntos sobre los que se presentaron alegaciones”, relata López, “siguen considerando que hay que seguir las normas establecidas en la guía y no realizar todo el tramo de la tubería piezométrica instalada ranurado, excepto el primer metro ciego, ya sea para posterior uso de remediación o para otros usos como muestreo de vapores”.
- DRSC-03 guía de evaluación de riesgos: en la última de las guías se tratan las líneas a seguir para evaluar el riesgo para la salud humana y los ecosistemas de un terreno contaminado, desde el planteamiento inicial, pasando por las fórmulas de cálculo hasta la interpretación de resultados o el análisis de incertidumbres final.
Laura López recuerda que la aplicación de estas guías “no es obligatoria pero sí recomendable” y valora que “pretenden mantener una constante comunicación con todos los agentes implicados para futuras mejoras y dudas que puedan surgir”.