El documento recoge la situación actual de los suelos vascos, las actuaciones llevadas a cabo y los retos para 2030.
El gobierno vasco ha publicado el ‘Perfil Ambiental Euskadi 2020. Suelos contaminados’, un documento que recoge el trabajo realizado en Euskadi en materia de suelos contaminados y cómo se ha afrontado la problemática de estos desde sus inicios legislativos en el año 1994 hasta la actualidad. El perfil marca los retos que tanto la administración como las empresas deben afrontar de ahora en adelante para alcanzar una gestión óptima del suelo potencialmente contaminado, diseñando la nueva estrategia de protección del suelo 2030 de Euskadi.
Marta González, responsable de la zona norte de LITOCLEAN, conoce a fondo las novedades normativas y documentos publicados en materia de suelos contaminados y destaca los aspectos a tener en cuenta en este ‘Perfil Ambiental Euskadi 2020’.
El primero de ellos es la fotografía que hace de la situación actual de los suelos en territorio vasco, en la que se expone que el principal sector potencialmente contaminante es el de las instalaciones industriales inferiores a una hectárea y los compuestos que se encuentran mayoritariamente como contaminantes son los TPH, metales pesados y PAH. “Hay que prestar especial atención al hecho de que un alto porcentaje de estos emplazamientos están situados en zonas de ribera o muy cercanas a ella y muchos de ellos cerca o dentro espacios protegidos naturales, lo que supone adicionales receptores del riesgo a estudiar y mitigar”, explica Marta González. El documento también señala que en un tercio de los casos en los que se identificó una alteración de los suelos ésta estuvo unida a una alteración de las aguas subterráneas, lo que para González pone de manifiesto “la inseparable relación entre los suelos y las aguas subterráneas” y que “se debe seguir observando especialmente a las aguas subterráneas que, junto con los suelos, son un recurso natural cuya buena calidad se debe proteger”.
Otra observación que merece especial atención son los datos sobre la afectación de los suelos. El 83% de las declaraciones de calidad del suelo finalizadas se clasifican como alteradas o contaminadas y en un 65% de estos emplazamientos hay actualmente impuestas medidas de control y seguimiento, lo que permite gestionar la evolución de su calidad.
El perfil ambiental también habla sobre las remediaciones ejecutadas en Euskadi, siendo la excavación de suelos contaminados y su posterior eliminación en vertedero la más habitual, algo que no converge con los objetivos de desarrollo sostenible 2030 ni con el nuevo Real Decreto 646/2020 del 7, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero, como explica Marta González: “Actualmente se debe de realizar algún tratamiento previo para reducir la cantidad de residuos a depositar en vertedero, así como su peligrosidad”. Esto evidencia el cambio de paradigma en el sector de la descontaminación de suelos y la apuesta por remediaciones sostenibles in situ. “Es un reto para la nueva estrategia de protección del suelo 2030 de Euskadi que supondría, por un lado, una reducción significativa del volumen de tierras gestionado a vertedero y, por otra, la recuperación del recurso suelo”, argumenta González.
En definitiva, se trata de un documento que permite tener información actualizada de la calidad de los suelos de un territorio y, en consecuencia, realizar políticas más efectivas para la prevención, mitigación y reducción de los riesgos que supone para la salud de las personas y los ecosistemas los suelos contaminados.