Direcciones Ambientales de Obra: asegurar la Vigilancia Ambiental en movimientos de tierra potencialmente contaminadas

Entrevistamos a Marc Medina, director ambiental de Obras en Litoclean, para conocer de la mano de un experto las claves de una correcta DAO.

Las empresas y las administraciones se esfuerzan cada vez más en aplicar controles ambientales en los proyectos de construcción, lo que convierte en fundamental la labor de la Dirección Ambiental de Obra (DAO). Esta figura asume la responsabilidad de la vigilancia ambiental durante el proceso de movimiento de tierras en parcelas que han tenido una actividad potencialmente contaminante del suelo previamente o indicios de contaminación.

Por un lado, deben cumplirse las regulaciones ambientales que exige la normativa vigente, minimizando el impacto ambiental y protegiendo el entorno y los recursos. Por otro, han de garantizarse los condicionantes ambientales establecidos en las autorizaciones y definidos en el Plan de Excavación previo a la ejecución del proyecto, que contempla los trabajos definidos por la DAO, incluyendo la gestión de residuos.

Litoclean se encarga de la Dirección Ambiental de Obra (DAO), que brinda asesoramiento durante esta fase del proceso constructivo, desde la redacción del plan de excavación hasta la vigilancia ambiental y el tratamiento adecuado de los residuos. Así mismo, es la encargada de certificar la calidad del suelo y, si es necesario, de llevar a cabo un análisis de riesgos residual teniendo en cuenta el futuro uso previsto de la parcela.

La gestión adecuada de las tierras de excavación implica una evaluación previa del suelo para determinar su calidad y posible contaminación. Si se identifican contaminantes, se deben implementar medidas de remediación para minimizar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente durante los trabajos de excavación. En caso de que las tierras de excavación se consideren residuos, deben ser gestionadas de acuerdo con la normativa vigente, que incluye su transporte, tratamiento y disposición final en instalaciones autorizadas.

La gestión de tierras de excavación en España requiere una comprensión clara de la distinción entre suelo contaminado y residuo, así como el cumplimiento de las regulaciones y normativas aplicables en materia de gestión de residuos. Solo a través de una gestión adecuada y responsable se puede garantizar la protección del medio ambiente y la salud pública en el desarrollo de proyectos de construcción y obras de infraestructura.

Marc Medina, director ambiental de Obras en Litoclean, nos explica en qué consisten las DAO y cómo se lleva a cabo todo el proceso.

¿En qué consiste el trabajo de la persona especialista en suelos contaminados durante la DAO?

Como dirección ambiental de obra necesitamos velar con el cumplimiento adecuado medioambiental durante la fase de movimiento de tierras. Por ello es esencial que haya personal técnico experto que evalúe la calidad o características de los suelos en el frente de excavación, segregue adecuadamente las tierras en acopios diferenciados y asegure su correcta gestión, bien sea en depósito controlado o mediante valorización.

Uno de los mayores desafíos es la incertidumbre asociada a la excavación, ya que pueden surgir sorpresas, como residuos enterrados, depósitos de combustible, materiales peligrosos, entre otros. Estas situaciones requieren una respuesta rápida y efectiva para prevenir cualquier daño ambiental. Una planificación exhaustiva antes de comenzar la excavación es crucial y luego hay que mantener una vigilancia constante para abordar estos imprevistos de inmediato.

La responsabilidad de la DAO es, en definitiva, identificar, manejar y mitigar los riesgos ambientales que puedan derivar de la excavación y movimientos de tierra en parcelas potencialmente contaminadas dado que durante estas actividades pueden liberarse contaminantes al ambiente si no se manejan adecuadamente.

La responsabilidad de la DAO es, en definitiva, identificar, manejar y mitigar los riesgos ambientales que puedan derivar de la excavación y movimientos de tierra en parcelas potencialmente contaminadas dado que durante estas actividades pueden liberarse contaminantes al ambiente si no se manejan adecuadamente.

Antes de empezar a remover tierra donde existen indicios de contaminación, se presenta un Plan de Excavación a la entidad reguladora de residuos. ¿Cómo se establece y qué elementos incluye?

Previamente a la redacción del Plan de Excavación es necesario valorar la información previa que exista sobre el emplazamiento, procediendo a un análisis histórico de las actividades previas en la parcela para identificar áreas con focos potenciales a escala de suelos potencialmente contaminados. Si es necesario, se procede a completar la información con una caracterización del subsuelo del emplazamiento, así como de una caracterización del suelo como residuo y su peligrosidad, para evaluar alternativas de gestión según lo establecido en el marco normativo vigente.

Posteriormente, se procede a la selección de la vía de gestión más adecuada en base a las características del residuo y necesidades de la obra.

¿Cómo se diferencia entre suelo contaminado y residuo?

Un suelo contaminado es aquel que contiene sustancias peligrosas en concentraciones que representan un riesgo inadmisible, mientras que un residuo es cualquier material del cual se pretende desprenderse. En Litoclean realizamos análisis detallados para identificar y cuantificar los contaminantes presentes en el suelo y después los clasificamos y evaluamos alternativas de tratamiento adecuadas, asegurándonos siempre de cumplir con las regulaciones en materia de gestión de residuos.

¿Qué tipo de gestión se les da a las tierras?

La caracterización del suelo como residuo contempla evaluar su composición e incluye la evaluación de peligrosidad al tratarse de un residuo con código espejo. Si la vía de gestión final es depósito controlado, deberá incluir, además, la evaluación de los criterios de admisión a depósito de residuos inertes, no peligrosos o peligrosos. Si el residuo no se clasifica como peligroso y la vía de gestión final no es a depósito controlado, habrá que tener en cuenta los criterios de admisión de la empresa gestora y sus posibilidades de tratamiento definidos en la autorización ambiental de dicha empresa. 

Nosotros recomendamos la valorización del residuo para evitar sobrellenados innecesarios de vertederos y poder dar otro uso a estos residuos, es una medida de economía circular muy positiva. En muchos casos, las plantas de tratamiento también clasifican las tierras en función de la clasificación a depósito controlado, aunque como se ha dicho anteriormente, los criterios de admisión los definirá cada planta en función del tratamiento que se realice al residuo.

Una vez confeccionado el plan, viene la fase de excavación. ¿Cómo se lleva a cabo una correcta segregación de los suelos y los residuos extraídos?

Durante la excavación, implementamos una vigilancia ambiental constante, lo que nos permite detectar y manejar cualquier material contaminado o residuo inesperado de inmediato. Este enfoque nos permite garantizar que el proyecto se ejecute de manera segura y conforme a las normativas.

Es esencial la presencia de personal técnico experto en suelos contaminados que evalúe el frente de excavación que pueda ir segregando tanto en función de las observaciones organolépticas como por medio de los análisis in situ con tecnología específica.

¿Cuándo se da por finalizada la DAO?

La DAO a escala de obra se da por finalizada una vez se alcanza el fondo de excavación y son tomadas las muestras de suelo remanente tanto de la base como de las paredes del vaso de excavación. Esto a no ser que el vaso sea rellenado posteriormente, en cuyo caso será necesario el control de las tierras de aporte, tanto de la procedencia de las mismas como para garantizar su correcto estado analítico.

A partir de los resultados analíticos obtenidos de los suelos remanentes, se prepara un informe en el que se detalla la evolución de la excavación, mediciones realizadas, así como cualquier hallazgo fuera de lo previsto que podría haberse detectado, zonas de afección desconocidas hasta el momento, presencia de tanques, bidones, etc. Este informe incluye el cómputo total de residuos gestionados, así como todos los documentos asociados a su gestión.

En el caso de que los resultados de los suelos remanentes presenten concentraciones por encima de la normativa de referencia es necesario la realización de un análisis de riesgos residual, para verificar que las mismas suponen un riesgo aceptable para la salud de los futuros receptores que pueda haber en el emplazamiento, y en algunos casos, el establecimiento de una red de control y seguimiento, para verificar que las mismas mantienen con el paso del tiempo.

Por último, este informe es presentado ante la entidad reguladora competente.

Las direcciones ambientales de obra son esenciales para garantizar que los movimientos de tierra en parcelas potencialmente contaminadas se realicen de manera adecuada, segura y conforme a la normativa vigente. Marc Medina y el resto del equipo de Litoclean tienen claro que en estos trabajos cobra especial importancia la capacidad para responder rápidamente a situaciones imprevistas, lo que minimiza retrasos y sobrecostes, y por ello trabajan para que toda la estructura esté preparada para actuar con determinación, siempre en base a un conocimiento experto.