Marc García lleva cerca de siete años en LITOCLEAN. Comenzó su trayectoria como ayudante técnico, luego fue técnico de proyectos y, seguidamente, ocupó el cargo de director de proyectos. Ahora es el nuevo director del Departamento de Remediaciones de la compañía.

¿Cómo afrontas este nuevo nombramiento como director de Remediaciones?

Es un reto muy importante porque pasas de tener una mentalidad enfocada a proyectos concretos a abarcar la totalidad de trabajos que actualmente gestiona el departamento.

Agradezco la confianza que ha tenido LITOCLEAN en todo mi proceso de evolución y empiezo el nuevo cargo con muchas ganas de continuar creciendo y de seguir trabajando codo con codo con mis compañeros en una línea de mejora continuista.

¿Cuántos proyectos de remediación de suelos y aguas subterráneas se gestionan simultáneamente en LITOCLEAN?

Ahora mismo el número ronda los 60. Un proyecto de remediación pasa por diversas fases: previamente, el departamento de investigaciones realiza un estudio del medio subterráneo, definiendo el grado de afección, cuantificando, asimismo, el riesgo para el medioambiente y para el ser humano, en términos tóxicos y cancerígenos. Amén de en otras circunstancias, en el momento en que se define una situación de riesgo inadmisible para la salud humana, se deben acometer trabajos de mejora ambiental a fin de mitigar dicha situación. Una vez se establece esta base, se inicia el proceso de remediación propiamente dicho, con un estudio inicial, estableciendo las pautas a seguir para la implementación de un sistema de remediación íntegro, adecuado a las particularidades del emplazamiento.

A partir de ese momento, se desarrollan pruebas piloto para definir las propiedades, tanto físicas como químicas, del medio subterráneo y, en consecuencia, dimensionar la metodología y equipos más adecuados. Uno de los retos a salvar, cuando se procede al diseño de un sistema de remediación, parte de la necesidad de adaptarse a los condicionantes intrínsecos del emplazamiento a tratar por los que muchas veces son lugares donde se desarrolla alguna actividad industrial, hecho que prima de adecuar los trabajos de remediación a las propias necesidades del cliente, interfiriendo en la menor medida en su actividad laboral. Tras estos pasos, se da inicio a la obra civil, la puesta en marcha del sistema de saneamiento y el seguimiento periódico del proceso de descontaminación. La duración del proyecto, en general, puede variar desde uno a cinco años, dependiendo del tipo de contaminante, del área afectada, las características del subsuelo, etc.

Uno de los grandes retos de la remediación de suelos son los contaminantes emergentes. ¿Cuáles son y cómo se aborda su tratamiento?  

Los compuestos emergentes son un gran desafío en nuestro sector, puesto que implican un conocimiento limitado tanto en su comportamiento en el medio subterráneo, como en las metodologías más eficaces para su tratamiento. Entre ellos se encuentran los microplásticos, antibióticos, PFAS…

A modo de ejemplo, en estos momentos tenemos dos proyectos centrados en uno de estos contaminantes emergentes como es el 1,4-dioxano. En estos casos, complementando nuestra propia experiencia y conocimientos, así como los diferentes estudios que realizamos internamente, para saber más sobre él (y de otros), trabajamos con el consejo interestatal de tecnología y regulación ITRC, institución internacional de gran renombre en el ámbito de suelos contaminados. En un futuro próximo, estos compuestos pueden llegar a ser un problema emergente a nivel estatal y de esta manera, conseguimos anticiparnos para poder dar respuestas y soluciones certeras.

El sector tiende a remediaciones cada vez más verdes. ¿Con qué técnicas trabaja actualmente LITOCLEAN y cuáles son sus beneficios?

Dentro de los estandartes de la empresa, internamente tenemos una mentalidad ecológica que va a más y, por ejemplo, hemos puesto en marcha la aplicación de placas solares en algunos de nuestros equipos de remediación para que parte del consumo eléctrico tenga un origen natural y renovable. En cuanto a metodologías, estamos en desarrollo y aplicación de un gran número de sistemas de bioremediación, como es la bioaumentación, que intenta inocular más microoorganismos al medio, o la bioestimulación, que trata de acelerar el proceso de biorremediación. De esta manera, conseguimos ir desestimando técnicas que pudieran considerarse algo más agresivas para el medio subterráneo y, a su vez, evitamos la generación de residuos y favorecemos la economía circular.

¿Qué objetivos tiene LITOCLEAN a corto y medio plazo?

Uno de los más importantes es continuar en esta línea de mejora continua con la aplicación de métodos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, que queremos expandir dentro del estado español, pero también fuera de sus fronteras. También es de gran importancia seguir trabajando en el proceso de conocimiento de los contaminantes emergentes para poder dar una respuesta precisa y estar preparados ante cualquier situación.