#SinContaminaciónPorPlásticos: rechazarlo, reducirlo, reutilizarlo, reciclarlo o rediseñarlo

La contaminación por plásticos se ha convertido en una amenaza global que exige cambios urgentes y estructurales

El 5 de junio, Día Mundial del Medioambiente, Naciones Unidas nos convoca a actuar frente a una de las crisis ambientales más urgentes de nuestro tiempo: la contaminación por plásticos. Bajo el lema #SinContaminaciónPorPlásticos, la campaña de este año propone repensar nuestra relación con este material y actuar de forma decidida para reducir su producción, consumo y mala gestión.

Proteger el medioambiente-que es parte de nuestro trabajo diario, en el que emprendemos la recuperación de suelos y aguas subterráneas y la remediación de entornos degradados, también consiste en la continua concientización sobre la gestión responsable de recursos y los residuos que generan. En el caso de los plásticos, pudiendo acabar impactando principalmente a los océanos.

Circularidad: necesidad de un cambio de patrones de consumo para revertir la tendencia

Cada año se generan más de 400 millones de toneladas de plásticos en el mundo, un tercio de los cuales se utiliza una sola vez. Esta cifra, de continuar sin control, podría duplicarse para 2050 y representar hasta el 20 % del consumo mundial de petróleo y el 15 % de las emisiones globales de carbono.


Tendencia alarmante

  • Producción de plásticos en 1950: 2,3 millones de toneladas.
  • Producción en 2015: 448 millones de toneladas.
  • Previsión para 2050: más de 800 millones de toneladas y 6,5 GtCO₂e emitidas.

La contaminación plástica afecta a más de 1.500 especies marinas y llega incluso a los entornos más remotos, como la Isla de Pascua, donde el 97 % de las aves marinas presentan restos de plástico en su organismo. También en España, zonas como el Mar Menor sufren los efectos acumulados de residuos plásticos agrícolas y urbanos.

La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha señalado que los patrones actuales de consumo de plásticos en Europa siguen siendo insostenibles. Su herramienta de seguimiento alerta de una tendencia creciente y llama a:

  • Reducir el uso de plásticos vírgenes.
  • Aumentar el reciclaje y la reutilización.
  • Diseñar productos con menor impacto ambiental.

El mensaje es claro: reducir, rediseñar, reutilizar y reciclar ya no es una opción, sino una necesidad. La circularidad con cambios de patrones de consumo puede revertir la tendencia de esta crisis.

Este Día Mundial del Medioambiente llega justo dos meses antes de una nueva ronda de negociaciones para lograr un tratado internacional legalmente vinculante contra la contaminación por plásticos. La oportunidad de un cambio estructural está sobre la mesa.


Casos que inspiran: inversión y políticas que muestran resultados

Alemania, con su sistema de depósito y retorno (Pfand), logra tasas de recuperación de plásticos superiores al 98 %. Su modelo de reciclaje obligatorio y su inversión en tecnologías de valorización de plásticos marcan el camino hacia una economía circular real.


Nuestro compromiso es técnico, operativo y humano

A diario actuamos desde lo técnico, pero también desde lo interno y lo cotidiano, con medidas concretas que refuerzan nuestro compromiso ambiental:

  • Concienciación y red de valor: elaboramos y difundimos campañas internas de sensibilización que extendemos a toda nuestra cadena de valor. Este año, nos sumamos a la campaña del Día Mundial del Medioambiente de Naciones Unidas y formamos parte de esa red de más de 2000 eventos registrados en su apoyo.
  • Eliminación del plástico de un solo uso en nuestras oficinas: facilitamos tazas reutilizables, mochilas y botellas no plásticas.
  • Contamos con estaciones de reciclaje bien señalizadas y adaptadas.
  • Apostamos por la digitalización de registros para evitar carpetas y sobres plásticos.
  • Promovemos compras conscientes, priorizando productos a granel y con menor carga plástica.
  • Valoramos positivamente a las empresas proveedoras que demuestran una gestión responsable de sus residuos plásticos.

Porque sabemos que el cambio empieza en casa —y en la oficina—. En Litoclean trabajamos cada día para que los suelos y las aguas subterráneas no se conviertan en los vertederos invisibles del plástico. Apostamos por soluciones limpias, por estrategias de remediación sostenibles y por una cultura empresarial alineada con la economía circular.

Reducir, reutilizar, rediseñar, reciclar y rechazar son más que palabras. Son acciones que guiamos desde la ingeniería, la ciencia y la conciencia ambiental.